Destruyen la salud

02.03.2011 13:58

 Anais Caldera Rodríguez / Periodista

 

 02/03/2011 13:58 Andrés Castellano

 

Los problemas ambientales tales como la contaminación el suelo, agua, sónica entre otros ayudan al proceso de deterioro del ecosistema y a su vez la calidad ambiental disminuye de manera creciente. Los aparatos que mayormente utilizan combustible como energía, causan un impacto negativo en la naturaleza y graves costos en la salud y productividad humana, ya que expresa cierta cantidad de elementos químicos que produce el recalentamiento de la tierra y del mar.

 

Elementos contaminantes que descomponen el aire y lo transforman en un hollín que al absorberse por los seres humanos le irrita el sistema respiratorio, produce tos, dolor de pecho, al tiempo que provoca graves enfermedades del pulmón.

 

Expertos provenientes de la Universidad de Columbia localizada en la Ciudad de Nueva York demuestran y aprueban  que inhalar constantemente esos gases o elementos químicos que  son factores contaminantes reducen el funcionamiento de los pulmones y desarrollo biológico de los niños. La contaminación trastoca las cadenas de ADN del feto y, por ende, sus posibilidades de tener una vida sana y prolongada son escasas, por cuanto si resisten y nacen, presentarán problemas neurológicos y de retardo mental.

 

Del mismo modo podrían también ser una población que aumente el padecimiento de cualquier tipo de cáncer  en algunos individuos. Las estadísticas muestran que uno de cada 6 niños presentan desorden en su sistema central, esto significa que de cada seis niños en el mundo, uno sufre autismo, retraso mental, déficit de atención y aprendizaje, entre otros trastornos que le impiden su desarrollo físico, mental y cognitivo normal, por la contaminación del aire.

 

La contaminación atmosférica no es amiga de nadie. Destruye la capa de ozono y, por ende, deja sin protección la radiación solar nociva, la cual, además de desequilibrar el clima, también estimula el desarrollo de cáncer en la piel, las cataratas en los ojos, la ceguera prematura, mientras reduce la eficacia del sistema inmunológico y fomenta los infartos, por cuanto las partículas contaminantes se introducen en las vías respiratorias e irritan las paredes arteriales y, provoca, la aterosclerosis.